Cómo diferenciar los distintos tipos de tos

En personas sanas, la tos se puede considerar como ejercicio de higiene del cuerpo para mantener limpias la tráquea y los bronquios.

La tos es una reacción normal del cuerpo. El estímulo tusígeno está provocado por la presencia de mucosidad o de un cuerpo extraño en las vías respiratorias. Además, la tos puede ser un síntoma de determinadas enfermedades como, por ejemplo, un resfriado, asma o una bronquitis.

La tos es un reflejo involuntario del cuerpo para mantener despejadas las vías respiratorias. Si se respiran de forma involuntaria partículas de polvo, humo o migas de pan, los sensores (receptores) en las mucosas de la tráquea y los bronquios (el denominado estímulo tusígeno) se irritan y se produce reflejo tusígeno. Además de esta reacción involuntaria, también se puede toser de forma consciente.

¿Qué es?

Clínicamente, la tos se define como una maniobra respiratoria brusca y explosiva que quiere eliminar el material presente en las vías respiratorias. Consta de tres fases:

  • Apertura de la glotis con inspiración.
  • Cierre de la glotis con contracción de los músculos respiratorios.
  • Apertura brusca de la glotis con expulsión del aire retenido en los pulmones.

 

Los receptores de la tos se concentran especialmente en la garganta y en los puntos de ramificación más importantes de las vías respiratorias, pero también pueden encontrarse en los senos, en los canales auditivos, en el esófago, en el abdomen y en los revestimientos del corazón y de los pulmones.

¿Por qué tosemos?

La tos, como los bostezos o el parpadeo, es un mecanismo reflejo, que se puede provocar o bien inhibir. La tos se produce por estimulación de la mucosa de los bronquios, la tráquea o la laringe, ya sea por acumulación excesiva de moco en la superficie, sequedad, enfriamiento o sustancias químicas.

Toser es un mecanismo de defensa del organismo. La tos protege las vías respiratorias, y las deja limpias para poder respirar.

¿Cuántos tipos de tos hay?

Hay diferentes tipos de tos, y no todas son preocupantes o motivo de tratamiento.

  • Tos seca o no productiva: no produce expectoración.
  • Tos productiva: la que produce expectoración.
  • Tos seca falsa: no se consigue expectorar y se produce la deglución de la mucosidad (se da sobre todo en mujeres y niños).
  • Tos crónica o aguda: más de tres semanas de duración. Cuando la tos es más o menos permanente, tiende a perpetuarse porque la expulsión violenta del aire irrita la tráquea y la laringe. 
  • Tos psicógena (tics): todos conocemos a personas que tienen la costumbre de toser antes de hablar, y cuando están muy nerviosas (tos psicosomática).

 

¿Cómo se trata la tos?

En general, las normas que hay que seguir son:

Tos seca no productiva.

En estos casos está indicado el tratamiento con fármacos antitusígenos. Los medicamentos antitusígenos pueden ser de dos tipos:

  • De acción central, que suprimen o inhiben el reflejo de la tos deprimiendo el centro de la tos. Los más utilizados son la codeína y el dextrometorfano.
  • De acción periférica, que pueden actuar sobre la rama eferente del reflejo de la tos.

 

Tos productiva 

  • Se trata con expectorantes y/o mucolíticos. 
  • Los medicamentos mucolíticos hacen disminuir la viscosidad de la secreción bronquial; por tanto, facilitan la expulsión del esputo.
  • Los medicamentos expectorantes estimulan el mecanismo de eliminación, por ejemplo, con el movimiento ciliar que impulsa la secreción hacia la faringe para ser eliminada por expectoración o deglución.

 

El medicamento que hay que tomar en cada caso dependerá de la edad del paciente, del tipo de tos, los síntomas asociados, si se toman otros medicamentos al mismo tiempo y si existen antecedentes de enfermedades como bronquitis, diabetes, cardiopatía, etc. Los medicamentos para la tos no deben tomarse durante períodos largos (3 semanas o más).

Como conclusión podemos decir que la tos no siempre tiene por qué ser mala. Es una forma que tiene el organismo de defenderse ante agentes “intrusos” y no debe tratarse con medicamentos a no ser que sea una tos seca persistente y que además produzca fatiga, interfiera en el sueño, produzca vómitos o impida comer.

En cualquier caso, si la tos persiste más de 4 ó 5 días, es muy intensa o se acompaña de otros síntomas, se debe acudir siempre al médico.